Jordi Teixidor

L’atelier rouge

Inauguración jueves 25 de marzo a las 20.00 h. 

Del 25 de marzo al 30 de abril

 

Esta nueva exposición de Jordi Teixidor que presenta La Caja Negra con el  titulo de L’atelier rouge, gira en torno al conocido cuadro de Matisse del mismo nombre, el cual aparece como el espacio desde el cual se van generando los diversos trabajos que presenta. No es la primera vez que Teixidor elabora su trabajo en referencia a Matisse. Ya entre 1998 y 2000 realizó ocho cuadros a partir de ese mismo Atelier Rouge, y a menudo ha utilizado su particular reflexión sobre la pintura del artista francés como referencia: obras como La joie de vivre, La danse o La Riviere le han servido bien como soporte formal que relaciona con el aspecto de sus composiciones, bien como alusión poética para generar sensaciones e inquietudes. Por no citar el cuadro que para Teixidor ha llegado formar parte de su propia iconografía y es una constante en su proceso pictórico: Porte-fenêtre à Colliure de 1914. La inquietante evidencia de lo exterior-interior, junto a la no menos inquietante sugerencia de la presencia-ausencia que toda esta pintura trasluce, ha estado presente en el proceso de creación y en el desarrollo de su obra en los últimos años.

En esta ocasión, el Atelier Rouge ha servido para dar pie a un conjunto de trabajo amplio y diverso. Matisse, al bañar de rojo esa habitación no está representando un espacio real, sino que tiene la intención deliberada de introducirnos  en un espacio de ilusión. Esta habitación es un mundo de recuerdos y también de homenajes a otros pintores, a otras pinturas. Por su parte, Teixidor se sirve de cuatro fotografías de su propio estudio, una realidad señalada de forma obvia, para realizar grabados, monotipos o impresiones digitales en los que aparecen las formas geométricas características de su lenguaje. Estas valoran y sugieren particulares homenajes que nos hablan claramente de lo pictórico. De un sentido de la pintura que se entremezcla con las imágenes reales cotidianas del estudio del artista, momentos y secuencias del proceso de elaboración de las obras, esparcidos por muros y mesas que la fotografía refleja. El espacio captado por el objetivo fotográfico no sugiere una narración figurativa. Es un espacio abierto, un espacio a recorrer. Se trata también de un recuerdo y una referencia intimista al mundo personal del artista; en su taller, con sus proyectos, sus ambiciones, con sus dudas ocultas para el público o la crítica. Se trata del mundo del estudio, del atelier, al que se acude con más o menos ilusión y ánimo, pero donde se halla el espacio en el cual el artista debe enfrentarse a la no siempre dichosa y siempre ingobernable creación.

 

Jordi Teixidor (Valencia| 1941) Su temprana colaboración durante los años sesenta con el Grupo de Cuenca (Zobel, Rueda, Torner) en la fundación del Museo de Arte Abstracto Español marcó la pauta pictórica de un arte comprometido, de rígida y austera abstracción que Teixidor seguiría durante más de treinta años. En 1979 recibió una beca de la Fundación Juan March que le permitió vivir en Nueva York durante varios años. Allí conoció a fondo la pintura de los expresionistas abstractos de la Escuela de Nueva York que abrieron para él las posibilidades del trascendentalismo inherente en la pintura. Caracterizadas por una estética reduccionista y una reducida gama cromática, en el trabajo de Teixidor se repiten las bandas de color que se extienden desde negros sombríos a expresivas marcas gestuales que evocando las pinturas devocionarias Mark Rothko o los iconos de Andrej Rublev. Jordi Teixidor ha expuesto extensamente en exposiciones individuales y colectivas a través de Europa y los Estados Unidos incluyendo museos como el IVAM, Valencia, donde tuvo una importante retrospectiva en 1997, el Centro Santa Mónica de Barcelona y el Solomon Guggenheim Museum, Nueva York. Su obra se encuentra entre las colecciones permanentes de los museos e instituciones más prestigiosos del mundo.